Diferencias entre piel sensible, piel atópica y piel alérgica

Piel sensible y reactiva pudieran ser sinónimas, son pieles que reaccionan a las agresiones como : frío, calor, resequedad y que no toleran algunos cosméticos manifestándose con enrojecimiento y picor.

La piel atópica hace referencia a una piel en un contexto atópica. La condición atópica suele estar genéticamente determinada. Son individuos con predisposición al asma, rinitis, conjuntivitis primaveral

La alergia es la reacción inmunológica frente a una sustancia. Se puede tener piel normal, pero ser alérgico al níquel presente en la bisutería y solo reaccionar localmente. Hay personas alérgicas a muchas cosas y otras a nada, pero no es sinónimo de piel atópica

¿Diferencia entre intolerancia y alergia?

Hay que diferenciar la intolerancia de la alergia. En la intolerancia no hay mecanismo inmunológico y en la alergia sí.

En la verdadera alergia se necesita un periodo de latencia tras la primera exposición para sensibilizarse. La alergia puede demostrarse con pruebas percutáneas o del parche, pero la intolerancia es más difícil de demostrar.

¿Cómo cuidar una piel sensible?

 No existen productos inofensivos 100%, ni lo natural o bio es 100% seguro. A veces nos sorprenderíamos al ver que cremas supuestamente naturales e hipoalergénicas pueden dar problemas, Es cierto que si nuestra piel es muy sensible debemos huir de entrada de ingredientes irritantes como los ácidos glicólicos, retinoicos, excipientes hidroalcohólicos, etc., de maquillajes de mala calidad, pero no siempre lo más caro es lo mejor. También debemos pensar que lo que hoy toleramos puede que mañana no y viceversa ya que la piel sensible puede ser episódica.

El mayor error en estas pieles es auto prescribirse. Al final acaban con un cajón de cremas recién empezadas que no les van bien.

Esta piel debe limpiarse con jabones muy suaves sin detergentes (syndet) ya que estos eliminan el manto hidrolipídico de la piel y la dejan desnudas frente a las agresiones. O mejor aún con agua micelar si se trata de la cara.

La protección del sol y de las fuentes de calor es importante. Evitaremos situaciones que la resequen como la sauna. Si sudamos, nos ducharemos con agua templada para retirar el sudor y vestiremos con fibras naturales.

En pieles sensibles es preferible utilizar filtros físicos que químicos cuando nos exponemos al sol. Los filtros físicos suelen ser más blancos, menos cosméticos… pero más seguros en estas pieles al igual que resultan más adecuados para los bebés.

No son adecuadas las cremas hidratantes con algún grado de FPS y en verano, es necesario complementar con un protector solar adecuado para tu tipo de piel.

Firma Dr. Luis García López. Dr. Luis García López .Dr. Luis García López.
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